¿Por qué son cada vez más las mujeres que eligen la alternativa
del parto en el agua?
El parto en el agua está ganando cada vez mayor popularidad,
cada día son más las mujeres que consultan en los hospitales si disponen de una
bañera especialmente desarrollada para dar a luz o que optan por un parto en
casa en bañera.
No obstante, se debe tener en cuenta que los partos
acuáticos no son una alternativa tan actual como se piensa, a lo largo de la historia
existen pocas pruebas concretas pero se sabe que se ha usado en todas las
culturas del mundo, hay leyendas que dicen que los antiguos egipcios daban a
luz en el agua a ciertos bebés selectos, las tradiciones de las islas Hawai
mantienen que ciertas familias de las islas han nacido en el agua durante miles
de generaciones…
El primer parto en el agua registrado en la modernidad, tuvo
lugar en Francia en 1803 y uno de los primeros que propuso abiertamente el
parto en el agua fue el médico francés Michel Odent en los años 70.
El principal beneficio del agua es el alivio del dolor: su
efecto para muchas mujeres en trabajo de parto es “mágico”, relaja y permite mejor tolerancia al dolor. Para muchas
mujeres es la alternativa a la anestesia frente al dolor del parto. Se usa con dilatación de cuello uterino mayor a
5 centímetros para evitar frenar el trabajo de parto, pero en diferentes casos
se puede usar antes, por ejemplo para relajar con buenos resultados.
Existe evidencia científica que fundamenta su uso para
tolerar el dolor del trabajo de parto sin riesgos para la madre y el feto.
El agua ayuda a relajarnos y es un elemento que nos da
placer. En el agua nuestros movimientos son suaves, nuestro
cuerpo flota y puede moverse en todas las direcciones. La madre puede cambiar
de posición fácilmente para encontrar la más cómoda con cada contracción. La
posibilidad de balancear la pelvis y adoptar posiciones de cuclillas facilita
la rotación y descenso por el canal de parto, que aumenta en un 30% su diámetro,
al poder bascular libremente el cóccix. Por
la comodidad y posibilidad de relajación la madre se agota mucho menos,
conservando su fuerza y vigor, especialmente para el periodo expulsivo, además
empujar es más fácil en el agua. Se utiliza menos energía en el nacimiento en
el agua.
El agua templada ablanda los tejidos esenciales para el
nacimiento (vagina, perineo y la vulva), con un bajo índice de rasgados
vaginales y trauma del tejido.
El agua crea una presión igual en todas las partes del
cuerpo. El riego sanguíneo al útero se incrementa y como resultado las contracciones
son más eficientes, al mejorar el suministro de sangre a la placenta mejora
también el nivel de oxígeno del bebé. El control de las contracciones y los
latidos cardiacos fetales, debe realizarse de la misma forma que fuera del
agua. Las madres que están en el agua deben hidratarse por la pérdida de líquidos.
La intimidad es uno de los
requisitos básicos para el desarrollo de la fisiología del parto, porque
la porción del cerebro que regula el parto y nacimiento no es la corteza, sino
el cerebro mamífero o glandular. Es un elemento común con los mamíferos. El
agua brinda intimidad, seguridad, privacidad y permite un óptimo desarrollo de
la fisiología de las hormonas del parto: mejora la producción de oxitocina y
endorfinas, mientras que se produce menos adrenalina.
Las bañeras de parto están especialmente diseñadas para
poder dar a luz dentro de ellas, su tamaño es lo suficientemente grande como
para que entren en ella como mínimo dos personas, la pareja puede entrar para dar apoyo a la mujer y de esta manera puede participar más
activamente de todo el proceso del parto.
Los beneficios del agua no quedan aquí, ya que el recién
nacido será el más beneficiado: el agua provee al bebé con una reproducción muy
parecida al ambiente de la matriz, con el nacimiento en el agua, el bebé viaja
suavemente de un lugar templado, mojado y seguro, dentro del cuerpo de la
madre, hacia otro lugar templado, mojado y seguro en los brazos de la madre.
Al nacer en el medio acuático, después de soportar el trauma
del nacimiento, se reencuentra por unos instantes con un medio acuático y
caliente igual que en la vida intrauterina. No soporta bruscamente la gravedad
que lo aplasta por primera vez en su vida, lo cual calma su angustia. La
primera extensión de brazos, piernas y tronco lo hace en un medio cálido,
blando y placentero. Mantiene la apnea por unos minutos igual que en la vida
intrauterina. El encuentro con el aire, la respiración aérea, la luz y los
ruidos, es lento y pueden resolver cada uno de los cambios a la vez con gran
disminución del trauma de nacimiento.
El bebé no recibe los muchos estímulos para inducir la
respiración que están tan presentes en el nacimiento seco y se ha sugerido que esta
forma suave de estimular la respiración es la razón por la que son muy pocos
los bebés nacidos en el agua que gritan después de nacimiento, y están en
general en un estado de alerta tranquilo.
Estos niños nacen calmos, serenos, tienen mejor desarrollo
de fuerza muscular, menor irritabilidad, no se asustan y se han comprobado
disminución de las enfermedades del primer año que relacionan con situaciones
de estrés y disminución de las defensas.
La experiencia de parto en el agua es especialmente hermosa
y conmovedora. Son partos muy emotivos con una relación madre- hijo muy
intensas.
http://www.youtube.com/watch?v=LlGKQ6yfrCQ
http://www.youtube.com/watch?v=DURKohCA7GQ
SONIA VÁZQUEZ VILABRILLE
EIR 1º
No hay comentarios:
Publicar un comentario